17 febrero 2014

Trabajadores de El Teniente rechazan por estrecho margen millonaria oferta de Codelco

El resultado implica que la negociación colectiva se realizará en forma reglada en octubre, fecha en que expira el contrato actual.


Diario Financiero
Por un estrecho margen de 64 votos (al cierre de esta edición) los cerca de 4.300 trabajadores de la división El Teniente rechazaron la propuesta de Codelco en el marco de una negociación anticipada, con lo cual el proceso deberá resolverse de forma reglada en octubre cuando vence el contrato colectivo vigente.

La propuesta de la minera marcó un nuevo techo para sus procesos internos, pues totalizaba $ 21 millones y desglosados en $13,3 millones como bono de término de negociación, $ 3,5 millones de crédito blando y $ 4,2 millones como incentivo de productividad.


Esto último habría concentrado la discusión en la recta final de la negociación entre Codelco y los representantes de los sindicatos, pues según comentan conocedores del proceso, el ofrecimiento de la estatal es pagar el incentivo en forma diferida y condicionada al cumplimiento de varias medidas de optimización operacional que buscan mejorar el desempeño de esta faena. En la minera comentaron que entre estas iniciativas figura la modificación de turnos y la reducción del tiempo que transcurre entre que un trabajador deja su labor y asume aquél que lo sucede.

Otro punto que marcó distancia entre los más de cuatro mil trabajadores del Rol B fueron los ajustes a las condiciones del contrato colectivo que regía hasta octubre próximo. Especialmente criticadas fueron las diferencias que se marcarían entre los trabajadores antiguos y los que fueron contratados después de 2011, quienes a juicio de algunos dirigentes tendrían menos prestaciones.

En pararelo la propuesta también considera extender a este año el plan de egreso de 2013, que tiene su propio esquema de beneficios e incentivos, y en virtud del cual la estatal apuntaría a reducir esta dotación en unos 100 cupos. 


Ranking de bonos


Los $ 23 millones que BHP Billiton entregó a los trabajadores de Escondida hace un año lideran el ranking de los bonos por término de negociación. Esa cifra eclipsa los 
$ 8,6 millones que cada trabajador de la mayor faena privada del país recibió en el proceso de 2006, que es considerado el punto de inicio de esta tendencia alcista en materia de beneficio. En el intertanto los casos se han repetido. Al mirar precisamente la experiencia de El Teniente, el bono que Codelco entregó a los operarios de esta división en la negociación de 2007 fue un tercio de lo ofrecido en el proceso actual, es decir, poco más de $ 7 millones por empleado. Luego, en 2011, el desembolso por persona fue de $ 15 millones. 

En la minería privada hay otros ejemplos, como el caso de Collahuasi que en junio de 2013 y también en el marco de un proceso reglado renovó su convenio colectivo entregando un total de $ 19 millones a cada trabajador. Esta cifra se desglosó en $ 16 millones de bono de término de negociación y otros $ 3 millones como préstamo blando.

La cifra pagada por la operación controlada por Anglo American y Glencore no logró superar los 
$ 19,8 millones que unos meses antes Codelco entregó a los sindicatos de Chuquicamata. En ese momento la administración justificó la cifra porque viabilizó un masivo programa de retiro que busca reducir y adecuar la dotación a los requisitos de la transición de la mina de rajo abierto a subterránea.

En diciembre recién pasado la estatal entregó $ 17 millones a los trabajadores de Radomiro Tomic, también en el marco de una negociación anticipada. 

A través de bonos mineras buscan ajustar su estructura de beneficios

A la par del aumento en los montos de los bonos asociados a las negociaciones colectivas de la gran minería se ha producido un ajuste en la relación contractual de estas empresas y sus trabajadores.
Este fenómeno se ha traducido en una adecuación sistemática de las condiciones de los convenios colectivos, lo que no sólo se ha hecho evidente en una mayor duración de éstos, sino que también en la adaptación o incluso la eliminación de los beneficios que éstos contienen.
En lo que respecta a la extensión de los contratos, los plazos que hace algunos años oscilaban en torno a los 24 meses, subieron a un rango 36 a 42 meses. Sin embargo, ahora lo habitual en las negociaciones más recientes ha sido una extensión de 48 meses.
En lo que respecta a la modificación de condiciones, representantes sindicales hablan de "compra de beneficios" a cambio de las millonarias cifras que las empresas ponen sobre la mesa.
El intercambio de tiempo por dinero se está dando en varios frentes. Un ejemplo es la reducción de las vacaciones que, desde períodos de 30, o incluso 40 días hábiles, se han ajustado a lo que determina la Ley. Ese por ejemplo es el caso de la propuesta que Codelco hizo a los trabajadores de El Teniente.
En lo que respecta tunos también ha habido ajustes, pues de esquemas de 20 días de trabajo por diez de descanso, se ha estandarizado a un régimen de siete por siete o cuatro por cuatro. En materu respecta a jornadas se está migrando desde un sistema de turnos de ocho horas a uno de 12 horas, con lo cual la firma se "ahorra" un turno completo.
En la industria explican que al comprar beneficios, las empresas anticipan su gasto, lo convierten en un ítem fijo y conocido que se paga en una sola oportunidad.
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