Bárbara Figueroa por fin del reemplazo en huelga: "Cómo cuidamos productividad de las empresas es harina de otro costal"

(Fuente: Pulso)

Este viernes y sábado la Central Unitaria de Trabajadores (CUT) realizará un consejo ampliado donde se debatirán los nueve titulares que contempla la reforma laboral del gobierno. 

La idea, cuenta la presidenta de la CUT, Bárbara Figueroa, es concluir cuáles serán los detalles que pondrá sobre la mesa la multisindical, con el objetivo de ser precisos en cuanto a los requerimientos detrás de esos titulares. Respecto del denominado corazón de la reforma laboral, donde se incluyen la titularidad sindical y el fin al reemplazo en huelga, Figueroa es enfática en señalar que ellos se deben debatir en el contexto del objetivo central que es el fortalecimiento de los sindicatos, por lo que cualquier tema adicional, como por ejemplo la competitividad de las empresas que planteó el presidente de la CPC, Andrés Santa Cruz, debe ser discutido en otra instancia.

¿Como evalúa que la ministra Javiera Blanco se haya juntado primero con la CUT para diseñar la metodología de trabajo de la reforma laboral?

La señal que el Ejecutivo entrega al reunirse primero con la CUT es valiosa, porque reconoce que va a haber una relación permanente en el marco de la reforma, donde efectivamente el norte es la negociacion colectiva y el fortalecimiento sindical. Por lo tanto, esta atención preferente con los trabajadores, nos parece que es saludable. 

¿Cree necesario que esta reforma ingrese al Congreso con acuerdo?

Si bien la iniciativa de ley va a estar radicada fundamentalmente en el Ejecutivo, creemos que aún así el debate en el Parlamento debe ser uno donde podamos seguir profundizando algunos aspectos. En ese marco no estamos pensando en que tengamos que salir con un proyecto de acuerdo, sino que avanzar en los temas que tenemos coincidencia y nosotros insistiremos en aquellos puntos que son necesarios e históricos para el movimiento sindical.

¿Cuáles son esos temas que desean incorporar?

Lo precisaremos en el consejo directivo ampliado del 1 y 2 de agosto, pero hay temas como las empresas estratégicas, otros que tienen que ver con la negociación interempresa, hay quienes piensan que hay que terminar con el artículo 161 (despido por necesidad de la empresa), la subcontratación, reducir los tiempos de negociación colectiva, entre otros.

¿Qué le parece que el presidente de la CPC diga que hoy la titularidad sindical y el fin al reemplazo en huelga no son temas prioritarios?

Es lógico que el presidente de la CPC represente la voz de los empleadores en esta materia, y por lo tanto no es de extrañar que sostenga que no es relevante el derecho a huelga ni tampoco el fortalecimiento sindical. La desigualdad sólo se puede superar en la medida que avancemos en reformas laborales que equiparen la cancha. En ese marco, uno no puede compartir los planteamientos hechos por la CPC.

Y su planteamiento respecto a que estas reformas pueden impactar en la competitividad de las empresas y en el empleo...

Es evidente que acá vamos a encontrar voces que quieran instalar una política del terror cuando se habla de reforma laboral, lo hemos vivido con la reforma educacional y tributaria, por lo tanto no nos extraña. El dato de realidad, es decir, la experiencia concreta de aquellos países donde la negociación colectiva y el fortalecimiento sindical están consagrados y se respetan, indica que no es contradictorio con el desarrollo de la productividad y menos aún con la creación de empleos. La evidencia empírica dice que cuando se avanza en derechos colectivos, lo que tenemos al final es más y mejor productividad, e incluso tenemos mayor posibilidad de desarrollo, porque al tener mayor poder adquisitivo por parte de los trabajadores, evidentemente impacta positivamente al crecimiento económico. Por lo tanto, creemos que la reforma laboral trae únicamente impactos positivos. No hay ningún estudio contundente que demuestre una vinculación entre precariedad de empleo con reformas laborales, puesto que nuestro país en estos últimos 30 años ha mostrado que la desregulación del mercado laboral lo que ha hecho es afectar negativamente a éste y producir más empleos precarios.

¿Pero por qué es necesario terminar con el reemplazo en huelga si casi no se utiliza?

Es una figura difícil de utilizar, pero en la práctica le da una tranquilidad al empleador. Es un elemento fundamental para que el empleador pueda sentir que no paga ni un costo ante el no diálogo con los trabajadores, y es obvio que eso lo que trae aparejado son conflictos de mayor extensión. Es evidente que no teniendo la posibilidad de reemplazo el empleador va a tener una disposición a sentarse mucho antes con los trabajadores de lo que hace hoy. En los hechos, lo que ha significado una legislación como ésta son mayores conflictos y extensión de éstos en el tiempo. 

En todo caso la ministra ha planteado la posibilidad de tener turnos mínimos para asegurar la continuidad de algunas empresas.

El compromiso del gobierno de implementar el convenio 87 de la OIT implica terminar con el reemplazo en la huelga, por lo tanto acá no estamos hablando de una cuestión que requiera bajada. Para nosotros el fin del reemplazo en huelga es sin apellido. Nosotros entendemos la posición del Ejecutivo, pero como CUT tenemos una sola posición y nuestra posición es que es fin al reemplazo y punto, porque si no desinflamos el debate.

Y en ese contexto, ¿cómo se garantiza la productividad de las empresas?

Ese es otro debate, lo podemos hacer sin duda, tenemos disposición a hacerlo, pero el debate que estamos haciendo en materia laboral es para devolverle derechos al más débil en la relación laboral. Todo lo que de ahí se pueda desprender respecto de cómo cuidamos la productividad de las empresas es harina de otro costal.