Por Javiera Herrera
Más de dos mil estudiantes que el año pasado rindieron la PSU decidieron estudiar Pedagogía, y gracias al puntaje que obtuvieron, recibieron la Beca Vocación de Profesor (BVP). Según información del Ministerio de Educación, 418 de los seleccionados optó por matricularse en una universidad privada, mientras que el 81% restante lo hizo en una institución tradicional.
Los planteles que más alumnos recibieron fueron la U. de Ciencias de la Educación, la U. Católica de Valparaíso, U. Católica de Chile y U. de Santiago. Entre ellas, matricularon a 1.160 estudiantes, es decir, poco más de la mitad de los que recibieron el beneficio.
La vicerrectora académica de este último plantel, Fernanda Kri, señala que la preferencia por las instituciones tradicionales se podría deber a que “los papás y los mismos chicos se quieren asegurar y en la universidad tradicional hay una certeza de calidad”.
Añade que en el caso de la U. de Santiago, “antes de la creación de la beca teníamos alumnos con altos puntajes (...), lo cual nos dice que pudo estudiar en otra parte y otra cosa, por lo que su puntaje es un indicador de vocación”.
En tanto, Nelson Vásquez, vicerrector académico de la U. Católica de Valparaíso, señala que en los últimos tres años han logrado captar a un gran número de buenos puntajes PSU en las 14 carreras ligadas a la docencia que imparten. “Debemos ser de las universidades que más carreras tiene en formación de profesores, las cuales cubren casi la oferta completa del sistema escolar”, dice. Otro punto que aborda Vásquez es que durante la carrera, los estudiantes hacen tres prácticas y “van desarrollando progresivamente las competencias y capacidades para poder enseñar en el mundo escolar”.
Por otra parte, en la UC indican que los más de 200 estudiantes que se matricularon en ese plantel lo eligieron por el “prestigio, la expectativa de un proceso formativo sin interrupciones y exigente, y un currículo que articula coherentemente conocimiento disciplinario y pedagógico”, dice Cristián Cox, decano de la Facultad de Educación.
Otras características
Para la ministra de la cartera, Carolina Schmidt, la beca “ha contribuido a atraer a los mejores, cambiando la composición de los estudiantes que hoy ingresan a estudiar carreras de Pedagogía. Según el Mineduc, el puntaje máximo de los becarios fue 810 puntos, la media, de 634 puntos y fueron los hombres los que tuvieron un mejor desempeño.
“Sólo el 9% de los estudiantes que ingresaban el año 2009 a carreras de Pedagogía lo hacía con 600 puntos o más; el año 2013, el número de matriculados con puntajes mayores o iguales a 600 puntos aumentó a 13%”, indica Schmidt.
Otra característica de los estudiantes tiene que ver con la deserción. Según el Mineduc, con la BVP, el nivel de retención de los jóvenes al primer año es de 89%, mientras que quienes no tuvieron el beneficio tienen una tasa de 53%.
La continuidad de los estudios es una situación que se da en la U. de Santiago. Según su vicerrectora, allí la tasa de retención es alta, y cuando hay deserción en cualquiera de las carreras se debe a tres motivos: académicos de vocación o de financiamiento. Sin embargo, con la beca, “el tema económico desaparece (...). El aspecto vocacional no está en juego porque a pesar de que pudieron estudiar otra carrera eligieron Pedagogía. Y, además, son alumnos de buen rendimiento escolar”.
Licenciados
Las personas que hayan estudiando alguna licenciatura también pudieron optar al beneficio. En esta oportunidad fueron 136 personas los becados, quienes en su mayoría eligieron a la U. de Chile para continuar Pedagogía. En esta oportunidad, 63 se fueron a ese plantel mientras que hubo otros 56 que se matricularon en la U. Católica de Chile. La mayoría de esos estudiantes, decidió sacar el título en Historia.
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