Tres Premios Nacionales de Educación, junto a otros 150 académicos e investigadores, piden severos cambios al actual Sistema de Medición de la Calidad de la Educación, SIMCE, negando que esta prueba mida calidad. Secretario Ejecutivo de la Agencia de Calidad de la Educación, Sebastián Izquierdo, defendió la aplicación del SIMCE y calificó como un “error garrafal” la eliminación del test.
Por medio de una carta abierta los premios Nacionales de Educación Beatrice Ávalos, Mario Leyton y Viola Soto; junto a otros 156 investigadores y académicos de diversos centros de estudio, plantean la necesidad de discutir un Nuevo Sistema de Evaluación Educacional debido a las distorsiones, que a su juicio, ha ido adquiriendo la aplicación de las pruebas Simce.
Entre los puntos nocivos que destacan tiene el actual Sistema de Medición de la Calidad de la Educación (Simce), está el hecho de creer que esta prueba estandarizada entrega información válida sobre calidad y el funcionamiento de un colegio, reduciendo la complejidad de lo que significa educar. Además del énfasis desmedido que se le da a los resultados del Simce, que ha llevado a los establecimientos a focalizar sus esfuerzos en responder satisfactoriamente el test y el estrés que genera en los alumnos y profesores la gran cantidad de pruebas que se realizan al año, las que van entre 13 y 17 para los segundos, cuartos, sexto, octavos y segundos medios.
Según la actual premio Nacional de Ciencias de la Educación, Beatrice Ávalos, la calidad de la educación es mucho más que saber unas asignaturas, y si bien aclaró no estar en desacuerdo con las pruebas de diagnósticos, cree urgente reducir el número de éstas, entre otros puntos.
Según la académica, el Simce va en desmedro de los alumnos de aquellas escuelas vulnerables, ya que son esos establecimientos los que presentan en su mayoría los peores resultados, y con el sistema de clasificación de colegios que plantea la Agencia de Calidad de la Educación, se estigmatizará aun más a esos establecimientos.
Sin embargo, desde el gobierno salieron a defender el modelo de la prueba Simce y su aplicación, asegurando que es una buena herramienta para detectar dónde están los problemas y por medio del seguimiento, focalizar de mejor forma los recursos para su solución.
El secretario Ejecutivo de la Agencia de Calidad de la Educación, Sebastián Izquierdo, calificó como una aberración querer terminar con el SIMCE.
En cuanto al sistema de clasificación de colegios que propuso la Agencia y que está siendo analizado por el Consejo Nacional de Educación, Izquierdo indicó que éste consta de un equipo multidisciplinario que durante 12 días trabaja con el colegio que recibe mala clasificación, sugiriendo a la dirección del colegio los cambios que apuntarían a las mejoras.
Para el investigador de Centro de Políticas Comparadas de Educación de la Universidad Diego Portales, Cristóbal Villalobos, esta carta es el inicio para abrir una discusión de cómo se mejoran estas distorsiones que genera la prueba Simce, poniendo el énfasis más allá de la metodología del test, ya sea censal o muestral, en la forma como se utiliza la información que se recoge de la prueba.
Villalobos sostiene además, que muchos establecimientos con el afán de obtener buenos resultados en la prueba Simce, condicionan el currículo del estudiante a la respectiva prueba, cuyo proceso para este año se inicia mañana hasta el miércoles, con los test de Comprensión de Lectura, Matemática y Ciencias Naturales para los cuartos básicos.
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