Lo que está en juego política, territorial y empresarialmente.
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El lunes 27 no sólo se sabrá la resolución de la Corte Internacional de Justicia de La Haya sobre el diferendo marítimo entre Perú y Chile, a contar de ese día también comienzan las repercusiones. El sector pesquero podría resultar el más afectado de concretarse un fallo adverso a las aspiraciones nacionales. Independiente de cuál sea el fallo final, ambas naciones deben comenzar desde ese minuto a definir su implementación y con esto poner a prueba la capacidad diplomática de los dos gobiernos.
Si hay un sector que podría verse impactado directamente ante un eventual fallo adverso de La Haya es el pesquero. En la demanda limítrofe de Perú está en juego la soberanía de un triángulo marítimo de 38 mil kilómetros cuadrados frente a Tacna y Arica, una zona rica en anchoveta y jurel.
A siete días de conocerse el fallo, tanto los representantes del gobierno chileno en Arica así como los gremios vinculados a la pesca están en alerta, y ya se están analizando los escenarios que podrían derivar de un fallo a favor de Perú.
Hoy lunes, el Canciller Alfredo Moreno junto al ministro de Economía, Félix de Vicente, arribarían a la Ciudad de la Eterna Primavera. ¿El motivo? Reunirse con las autoridades locales y representantes de los gremios, ocasión en donde entregaría antecedentes de los planes del gobierno ante el fallo de La Haya. La cita se llevará a cabo en la Intendencia y están invitadas autoridades regionales de Economía, Trabajo y de la gobernación.
PRODUCCIÓN
Según estimaciones de autoridades peruanas, de ser positivo el resultado para ese país, éste tendría una extensión más grande de mar para realizar actividades pesqueras. Esto se vería reflejado en un incremento de la producción hidrobiológica de 250 mil toneladas por año para Perú, ha dicho el director regional de Producción de ese país, Luis Muñante.
Chile no ha realizado estimaciones oficiales de la potencial pérdida de producción hidrobiológica ante un fallo adverso. Sin embargo, en la industria pesquera local se habla de unas 400 mil toneladas al año.
La principal empresa que captura en la zona norte del país es Corpesca, ligada al grupo Angelini. La filial de Empresas Copec es el principal actor a nivel nacional en el sector pesquero, con un 48% de participación.
A mediados de noviembre del año 2012, durante la inauguración de la planta Golden Omega en Arica, Roberto Angelini, presidente de Corpesca, estimó que un fallo adverso en La Haya podría afectar entre el 70% y el 80% del volumen de captura de la zona de Arica.
Considerando que la cuota total para este año en esa zona es de 751 mil toneladas, el volumen que podría verse afectado podría superar las 600 mil toneladas.
En dólares, el impacto -considerando las estimaciones peruanas y chilenas- podría ser entre US$45 millones y US$107 millones. Incluso, según fuentes de gobierno, en Corpesca se estimarían menores ingresos por US$160 millones.
TRABAJADORES
¿Qué pasará con los trabajadores ligados a la pesca? "No podemos adivinar el fallo. Nos vamos a sentar a escucharlo el 27 de enero. Allí recién sabremos qué es lo que pasa"
Las palabras son de la Seremi del Trabajo de la Región de Arica y Parinacota, Cecilia Silva. La autoridad si bien se muestra confiada en que el próximo lunes el dictamen de la Corte de La Haya no desfavorecerá a Chile, confirma que han evaluado otros escenarios.
Es justamente entre esas alternativas que se encuentra el plan de reinserción laboral para al menos 3.000 trabajadores pesqueros.
"Está la posibilidad de ver una mitigación y darles cursos de capacitación para reintegrarlos en otras áreas o bien crear una posibilidad de que ellos sean emprendedores en algún rubro", precisa la representante del gobierno.
Bajo el escenario más adverso la autoridad admite que ha estudiado una estrategia que use mecanismos de reubicación y apoyo a los trabajadores pesqueros.
En términos sencillos, la alternativa es generar un plan de similares características al que se lleva a cabo en desastres naturales, como incendios forestales y la llegada masiva de trabajadores migrantes.
Bajo un escenario desfavorable, los más afectados serán pescadores artesanales o semi-industriales. En medida muy marginal sería la pesca industrial, estima la autoridad. Aquí es donde aparece Corpesca.
La compañía cuenta con una flota compuesta por 82 naves con autorización para operar en la XV, I y II regiones de Chile, con una capacidad de bodega total superior a los 31 mil metros cúbicos.
En Arica, la empresa mantendría contratadas a 600 personas de planta, más 700 personas a contrata, que involucra a proveedores, contratistas y servicio externo. Es decir, 1.200 personas laborarían directamente.
Desde la compañía declinaron entregar una versión oficial sobre las consecuencias, pero una fuente gubernamental precisa que "si se asocia a un efecto económico global, estaríamos hablando de 3.000 familias".
"Un escenario negativo evidentemente que nos perjudicaría, porque perderíamos la zona de pesca", dijo el presidente de Corpesca Roberto Angelini a mediados de noviembre de 2012.
Los llamados pescadores artesanales también están alertas.
LAS REUNIONES
El martes pasado -en Santiago- la seremi del Trabajo de Arica, acompañada por un grupo de representantes sindicales de Corpesca, se reunió con el subsecretario de la cartera, Fernando Arab. En la cita -que duró poco más de 30 minutos- los trabajadores expresaron su preocupación por un eventual fallo adverso: solicitaron planes de mitigación en caso de que no poder continuar realizando sus labores diarias en el mar.
El presidente de la Asociación de Armadores Pesqueros de Naves Menores Artesanales de Arica (Asoarpes), Manuel Guajardo, confirma que han tenido conversaciones con la autoridad para prepararse ante un fallo adverso.
"Necesitaremos un programa de reprogramación, pero relativo al rubro. Vale decir, deberíamos incursionar en acuicultura con capital de trabajo o capacitación. También se debe considerar una indemnización económica que se debe estudiar una vez que se conozca el fallo", asegura el líder pesquero.
Asoarpes reúne a 50 barcos artesanales de 18 metros de largo que capturan en promedio unas los 120 mil toneladas de anchoveta al año.
De hecho, son los principales proveedores de Corpesca y prácticamente la totalidad de su producción la venden a esa compañía. Esta última le agrega valor agregado procesando el producto en filetes, frascos o latas.
"A nosotros, Corpesca nos paga entre $80.000 a $95.000 la tonelada de anchoveta, dependiendo de las fluctuaciones del precio internacional. Pero una vez procesada como harina comienzan a batallar precios internacionales, dependiendo de la oferta y la demanda o el dólar", aclara Manuel Guajardo.
Hoy, Asoarpes sigue en período de veda preventiva. Hace 20 días la iniciaron y su presidente adelanta que esperarán 10 días más para la recuperación del recurso.
Por su parte, en el comercio el presidente de la cámara vinculada al rubro, Aldo González, se muestra ansioso por conocer más detalles respecto al trabajo que prepara el gobierno.
"A medida que va pasando el tiempo hay un ambiente enrarecido y de preocupación. Eso porque uno escucha del Perú que van a hacer feriado o que van a embanderar o no embanderar", dice González.
LA MIRADA DE PERÚ
Autoridades del vecino país han señalado que, si ese país obtuviera la soberanía de la zona, se destinaría el 20% del volumen de la producción para consumo humano directo y el 80% restante para la pesca industrial.
Entre las especies que se concentran en mayor cantidad en la zona se encuentran la caballa, anchoveta, el perico y el atún.
Actualmente, según el gobierno peruano, del litoral tacneño se extraen 100 mil toneladas para el consumo directo y 6 mil para la industria. Estas últimas son desembarcadas en el puerto de Ilo.
Las autoridades y gremios pesqueros del vecino país ya están realizando las coordinaciones con el Gobierno Regional para conformar un comité multisectorial con el objetivo de afinar una serie de planes de desarrollo para el sector pesquero peruano que puedan ser incluidos en la agenda Post Haya.
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