Corte de Apelaciones recogió recurso de protección presentado por los estudiantes expulsados producto de la movilización de 2013. Ahora podrán reintegrarse al establecimiento, hasta que la Corte decida definitivamente si revoca a o no la decisión tomada por las autoridades de la universidad privada.
El Dínamo |
Ayer la Corte de Apelaciones de Santiago reconoció como admisible el recurso de protección impuesto por los 37 estudiantes expulsados de la Universidad Central. También decretó la orden de no innovar, por lo que la decisión tomada por la casa de estudios queda temporalmente suspendida -mientras se mantenga la investigación. Esto significa que los alumnos están posibilitados de matricularse y volver a clases en marzo.
Los 37 alumnos fueron expulsados después de un proceso interno en que las autoridades los declararon culpables de, entre otras cosas, ocasionar daños de más de 200 millones en la universidad durante el tiempo que estuvieron en toma durante el 2013. Según los estudiantes, se faltó al debido proceso pues no se consideraron todos los antecedentes y no existen pruebas que responsabilicen a esas 37 personas.
Ahora que la Corte de Apelaciones acogió el recurso y ordenó no innovar, la medida de expulsión no se puede hacer efectiva sino hasta cuando termine el juicio. Uno de los estudiantes que fueron expulsados contó a este medio que “esto no se acaba en la corte. Hay que mediatizar este tema para que no vuelva a ocurrir en las universidades chilenas”.
Por su parte, el presidente de la Federación de Estudiantes de la Universidad Central Marco Velarde aseguró que con este recurso “Lo que queremos dar cuenta es de las medidas autoritarias que se dan en universidades privadas. No queremos dañar la imagen de la universidad, sino decir que los estudiantes son parte de esta universidad y que tienen su propia opinión”.
Por ahora, los estudiantes aseguran que continuarán en conversaciones con rectoría para asegurar que se reintegren los alumnos, aunque también se barajan opciones de mediatización y movilización tanto a nivel interno como con la Confech.
La Universidad Central, que hace unos meses cumplió 31 años de existencia, fue una de las primeras instituciones privadas de educación superior. Durante el 2011 sus estudiantes se movilizaron para evitar la venta del establecimiento a empresarios ligados a la Democracia Cristiana.
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